Paramount desató el lunes una guerra empresarial en el corazón de Hollywood al presentar una oferta pública de adquisición hostil por Warner Bros. Discovery, apenas días después de que Netflix sorprendiera al sector con un acuerdo por 83.000 millones de dólares avalado por los consejos de ambas compañías.
En un comunicado de prensa, Paramount decidió saltarse por completo al consejo de administración de Warner Bros. Discovery y acudir directamente a los accionistas, a quienes ofreció 30 dólares por acción en efectivo, una cifra que valora la compañía en unos 108.000 millones de dólares, incluida la deuda. La empresa argumentó que el consejo de Warner Bros. Discovery “persigue una propuesta inferior” y advirtió de que la operación con Netflix implicaría “un desafiante proceso de aprobación regulatoria”.
La oferta de Paramount abarca la totalidad del conglomerado: el estudio cinematográfico Warner Bros., el servicio de streaming HBO Max y una extensa red de canales de cable que incluye CNN. Estos últimos no formaban parte del acuerdo con Netflix.
“Creemos que nuestra oferta creará un Hollywood más fuerte”, aseguró David Ellison, director ejecutivo de Paramount. “Es en beneficio de la comunidad creativa, los consumidores y la industria cinematográfica”. Warner Bros. Discovery no emitió comentarios inmediatos sobre la nueva propuesta.
La ofensiva de Paramount es la más agresiva de una serie de intentos por disputar el futuro de Warner Bros. Discovery. Días antes de que Netflix anunciara su acuerdo, Paramount envió una carta al director ejecutivo de Warner, David Zaslav, en la que acusaba a la compañía de realizar un proceso de venta “miope” que “favorecía a un único postor”. La empresa respondió que había cumplido “plena y enérgicamente” sus obligaciones con los accionistas y que el proceso incluyó también a Comcast entre los interesados.
Las acciones de Warner Bros. Discovery cerraron el viernes a 26 dólares tras anunciarse el pacto con Netflix. El lunes, después del anuncio de la oferta hostil, subieron casi un 5 %, hasta los 27,30 dólares por acción. En una conferencia telefónica, Ellison explicó que la empresa decidió acudir a los accionistas tras no recibir respuesta de Warner a su oferta inicial la semana pasada. Añadió que le dejó claro a Zaslav que la propuesta de Paramount “no era su mejor y definitiva”.
Ellison también cuestionó que Netflix pueda superar el escrutinio regulatorio: “Decir que el streaming no es un mercado es un poco como mirar al mercado de las bebidas y decir que Coca-Cola y Pepsi pueden fusionarse porque Budweiser es su sustituto”, afirmó.
La clave de la disputa será determinar si los reguladores aprobarán la adquisición de Warner Bros. Discovery por parte de Netflix, lo que la convertiría en una potencia aún más grande en el streaming. Durante los Honores del Centro Kennedy, el presidente Donald Trump elogió al codirector ejecutivo de Netflix, Ted Sarandos, pero reconoció que la empresa tiene una “cuota de mercado muy grande” y advirtió que él estaría “involucrado” en la revisión del acuerdo.
Paramount, por su parte, ha reunido una coalición financiera de alto calibre: Affinity Partners —la firma de inversiones de Jared Kushner—, así como fondos soberanos de Medio Oriente, entre ellos el Fondo de Inversiones Públicas de Arabia Saudita y la Autoridad de Inversiones de Catar. La familia Ellison “respalda plenamente” la oferta, lo que asegura la disponibilidad del capital.
Netflix intentará defender su posición alegando que compite dentro de un ecosistema mucho más amplio que incluye YouTube, TikTok, Amazon, Apple y otras plataformas tecnológicas, un argumento similar al que Meta usó con éxito en un caso antimonopolio reciente.
Según documentos regulatorios, si el acuerdo con Netflix fracasa por motivos de aprobación, Netflix deberá pagar 5800 millones de dólares a Warner Bros. Discovery. Si Warner acepta una oferta superior como la de Paramount, deberá pagar 2800 millones de dólares a Netflix.
La posible compra de Warner Bros. Discovery por Netflix ha generado pánico en la industria, ante el temor de que el gigante del streaming reduzca aún más los estrenos en salas de cine. Aunque Netflix prometió respetar las exhibiciones teatrales del estudio, la incertidumbre persiste.
Las adquisiciones hostiles son raras en Hollywood, donde los lazos entre magnates y estructuras accionarias especiales suelen impedirlas. Aun así, existen precedentes: en 2004, Brian Roberts, director ejecutivo de Comcast, intentó sin éxito una operación similar contra Disney. Ahora, con Paramount desafiando a Netflix abiertamente y los accionistas de Warner Bros. Discovery en el centro del tablero, Hollywood enfrenta una de las batallas corporativas más grandes y decisivas de su historia reciente.
